Conociendo a Laura Muñoz. Escritora de Un nombre de guerrero

 Un nombre de guerrero es la primera novela autobiográfica de Laura Muñoz. Es uno de esos libros que me gustan a mí, de “realismo sucio” (concepto que encontré hace poco y que me chifla) que muestran esas muchas situaciones de la vida en las que el drama te azota sin remedio, aunque la sociedad camine paralela intentando huir de ello. Este es un libro crudo y hermoso; que te hace llorar y te crea un nudo en el estómago. Un libro de esos necesarios.

Yo creo que es muy importante abrirse a la realidad del dolor, dejarse impactar y atravesar por esas experiencias ajenas; que son las que, a su vez, nos hacen más empáticos y humanos. No es cuestión de sumergirse en el drama permanente pero también es necesario huir de una sociedad “Mr Wonderfull” que nos engaña y nos infantiliza hasta el extremo de creer que no podemos gestionar el dolor propio y ajeno. Una sociedad que huye de la muerte, del miedo, del dolor, del fracaso, etc. es una sociedad enferma.

Antes de leer el libro resoné con varios post que leí en Instagram donde Laura reflexionaba sobre cuestiones que me interesan especialmente: el eterno debate sobre la calidad de la escritura amateur o profesional, la sanación a través de la literatura, el proceso del duelo y el efecto liberador que tiene la escritura y la pintura, etc. Una sintonía interna se produjo al descubrir este libro y a Laura. Su experiencia vital me conmovió y también me sedujo que viviera en África, la verdad (esto ya es más personal, debido a un sueño aún lejano).

Como profesional experta en duelo, acompañante de familias con pérdidas gestacionales y neonatales, amante de la literatura, escritora y pintora sentí el deseo de dialogar con ella. Quiero que su experiencia acompañe al máximo de familias posibles y que mitigue el dolor de las mismas, quiero que rompa la barrera del miedo y de la ignorancia y quiero que siga ganándose por derecho propio el título de literatura. Porque este libro es pura literatura. Un libro bien escrito a todos los niveles.

 Me habría encantado sentarme con ella a tomar un café pero los miles de kilómetros entre Sudáfrica y España lo han dejado en una charla por WhatsApp y una entrevista informal que Laura generosamente accedió a completar. En ella le pregunto sobre el libro que está leyendo, sus sueños de escritora, sobre la misión de su libro, los regalos que el mismo le ha traído, las dificultades que ha encontrado, etc.

Gracias Laura por tu amabilidad, por tu dulzura, tu tesón y coraje en este camino de abrirse paso con esta experiencia de muerte y vida y con el mundo editorial. Todo un ejemplo de coraje y perseverancia. Toda mi admiración, de verdad.

¿Quién es Laura Muñoz?

Pues es una pregunta difícil, siempre me ha costado responderla en pocas palabras. Soy una mujer muy curiosa, con una necesidad permanente de aprender, de experimentar. Eso me ha llevado a vivir en cinco países, a trabajar en lugares tan diversos como una universidad inglesa, un think tank sudafricano, un banco senegalés, o en Naciones Unidas. Pero bueno, no todo puede ser cambio, soy una persona muy apegada a mi familia, a mis amigos, a la naturaleza… Al final, las cosas importantes son las mismas para todos.

¿Qué te gusta leer habitualmente? ¿qué libro estás leyendo ahora?

Soy lectora desde que era pequeña. En casa de mis padres había una habitación a la que llamábamos “la biblioteca” porque estaba (y está) llena de libros. No había cumpleaños sin regalos de libros, y claro, así era hasta difícil no leer. Normalmente leo autores clásicos, obras consagradas. Tiene guasa viniendo de una autora novel y autopublicada…

Ahora, con el covid, llevo más de año y medio sin poder viajar a España y como vivo en Sudáfrica, pues tengo que apañarme con las librerías de aquí. Están fenomenal, no me quejo, pero normalmente me gusta intercalar libros en inglés y en español, y ahora llevo “obligada” una racha larga de autores anglosajones. En estos momentos estoy leyendo Frankenstein de Mery Shelley.

¿Habías deseado/soñado alguna vez con escribir un libro?

Si soy sincera, lo cierto es que no me sentía capaz. La constancia no es mi mejor cualidad, y pensaba que sería incapaz de perseverar y completar la obra. Es más, tampoco creía que tuviera especial talento literario. ¡Menuda carta de presentación tan mala estoy haciendo! Pero es que esa imagen de mi misma ha cambiado de forma radical. Estoy muy orgullosa de la calidad literaria de Un nombre de guerrero. La han leído más de 500 personas, profesores de literatura, escritores, lectores voraces… y las críticas han sido increíbles. Aunque no lo hubiera soñado de antemano, para mi era crucial que lo que yo compartiera con el mundo fuera una novela de calidad con un estilo narrativo trabajado, que funcionara como obra literaria. Es la historia de mi hijo, no me valía hacer algo a medias.

¿Qué regalo te ha traído Un Nombre de Guerrero?

¡Infinitos regalos! Para empezar, creo que publicar Un nombre de guerrero ha representado la última etapa de mi proceso de duelo. Habrá personas a las que a lo mejor les sorprenda lo que voy a decir, pero ha sido una forma de salir del armario, de gritar al mundo lo que he vivido sin la vergüenza o la culpa de reconocer que fui yo quien decidió terminar el embarazo. Es también un homenaje a mi hijo, como si le mandara el mensaje de que le quiero desde las entrañas.

Desde luego, también han sido un regalo muy muy especial todos los comentarios, llamadas, valoraciones en Amazon, etc. Tantísimas mujeres que han sufrido un trauma parecido me han contactado para decirme que se han visto identificadas con la historia, que han sentido que no estaban solas. Personas ajenas a este dolor me cuentan que la historia les ha conmovido profundamente, que les han caído lagrimones de emoción. Es como una catarsis, de veras es muy emocionante generar ese lazo con tantas personas.

Y bueno, como te decía antes, Un nombre de guerrero me ha convertido en “escritora”, que no es poca cosa.

¿Cómo te ha ayudado este libro con tu duelo? ¿Utilizabas antes la escritura para expresar tus sentimientos, a modo de diario o de alguna forma terapéutica?

Escribir ha sido mi tabla de salvación. No sé si a otras mujeres les habrá pasado algo parecido, pero yo, tras perder a mi hijo, no era capaz de abrirme, de expresar mis sentimientos, ni siquiera a las personas más queridas. Era como una concha cerrada herméticamente. Además, en seguida me di cuenta de que necesitaba combatir la desmemoria. Temía que los recuerdos que entonces eran nítidos se fueran emborronando con el tiempo, que no pudiera rescatar los detalles de la corta vida de mi hijo. De forma muy natural, sin premeditarlo, empecé a escribir. Cada noche, después de cenar y de acostar a mi otro hijo, dedicaba al menos una hora a escribir. Para ello, tenía que recordar todo lo que había pasado, rebuscar dentro de mí misma… ¡no hay una sola línea inventada en el libro! Esa exploración es muy terapéutica, porque a las emociones hay que ponerles nombre, entenderlas, reconciliarte con ellas. Nunca había escrito un diario ni algo parecido, pero me parece un hábito muy recomendable para cualquier persona que necesite transitar un duelo u otro proceso doloroso.

Define este libro con tres palabras

Emoción, dolor y amor.

Son palabras básicas, universales, pero es que este libro va de eso, de los sentimientos más íntimos y honestos, que apelan a lo que de verdad importa, a los pilares de tu existencia.

¿Cuál es la misión de este libro?

Quizás llamarlo misión es ambicioso, pero sí espero que Un nombre de guerrero contribuya, por un lado, a que las mujeres y familias que han pasado por una situación similar se sientan acompañadas, a que sus sentimientos se vean legitimados y, de alguna manera, su experiencia se refleje en algo bello. Pero me gustaría pensar que el libro tiene una segunda misión, que es explicar el duelo perinatal a un publico más amplio. Necesitamos encontrar formas de comunicar que lleguen a la gente, a personas que normalmente evitan los temas dolorosos o relacionados con la muerte. Para entender en profundidad el duelo perinatal hay que atravesarlo uno mismo o vivirlo muy de cerca, pero la literatura puede también ponernos en la piel de otro ser con una red de seguridad, conmoviéndonos sin tener sufrir en primera persona. Una historia escrita en forma de ficción puede conseguir ese pequeño milagro, al menos ese es mi deseo.

Mientras escribías el libro, o ahora cuando escribes ¿tienes algún lugar favorito? ¿Qué momento del día eliges? ¿Tienes algún ritual para ello?

Soy una persona con pocos rituales, me sienta bien el caos. Pero la logística de la familia hace que sea la noche, o algún rato durante los fines de semana, cuando puedo ponerme a escribir. Antes de acostar a mi hijo es imposible encontrar un rato largo para poder concentrarme, o un espacio con el silencio necesario para que broten las ideas. Algo me dice que otras madres me entenderán…

¿Qué es lo más duro, difícil o desagradable de esta faceta de escritora?

Pues mira, cuando terminas tu libro, que de alguna manera es como un hijo, te ves sola frente al mundo, y te cuestionas… ¿ahora qué? Me encantaría que lo leyeran miles de personas, pero promocionarlo y difundirlo conlleva muchísimo esfuerzo, a menudo ingrato. En ocasiones, te sientes como si vendieras lavadoras, porque aquellos a los que contactas no saben quién eres, ni pueden valorar la calidad de tu libro pues aún no lo han leído. Lo que pasa es que luego te contactan lectores diciéndote lo mucho que les ha gustado la novela, y de ahí sacas fuerzas para seguir. Cuando miro hacia atrás, me parece increíble lo que he conseguido, las personas tan increíbles que me han apoyado. Me siento agradecida. Merece la pena.

¿Deseas escribir otro libro?

No sé cuándo, porque, como te decía, esto de dar a conocer el libro me consume todo el tiempo libre que tengo y no encuentro el espacio mental para escribir. Pero estoy segura de que llegará. De repente, se ha activado en mi cabeza ese chip que empieza a pensar cómo novelar cualquier acontecimiento que te rodea, o se me vienen a la cabeza metáforas que pueden funcionar bien, etc. Estoy deseando escribir otro libro, así que ¡ya os contaré cuando llegue ese momento!

Sinopsis de Un nombre de guerrero (a la venta en Amazon)

Un nombre de guerrero nace del apremio de poner palabras a una historia mil veces repetida, pero inexplicablemente silenciada. Nos relata la batalla sin tregua de una mujer cuyo anhelado embarazo de pronto se complica. Una mujer obligada a emprender un viaje contrarreloj donde las dudas, la culpa y el miedo a la pérdida irreparable la empujan hacia adelante en busca de soluciones. Pero la huida tiene una fecha límite que se llama semana 22, esa última frontera en la que una madre deberá afrontar la decisión más difícil de su vida. Un nombre de guerrero nos revela una realidad profundamente triste y perturbadora, pero lo hace mostrando una ternura infinita, una energía visceral y unas ganas de vida que te envuelven, impidiéndote mantenerte al margen

"Transformar el dolor en algo bello"

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